Imagina esta escena:
Es diciembre, hace frío de verdad (no “frío de Badajoz en clase sin calefacción”, sino FRÍO NIVEL PINGÜINO del POLO SUR), y un grupo de soldados españoles del siglo XVI está atrapado en una isla con el enemigo rodeándolo.
Estos soldados eran los Tercios Españoles, que eran como «los Avengers -los vengadores- de la época», pero con bigotes épicos y sin superpoderes… o eso creían.
—Ey, venga, rendíos ya. No pasa nada, os dejamos iros a casa.
Y los españoles contestan:
Los españoles solo tienen un sitio seco: un montículo llamado Empel.
Aquí es cuando llega AYUDA
La colocan en un altar improvisado, y los soldados sienten que quizás… no están tan solos.
Y entonces…
Horas después ocurre algo rarísimo:
- Se levanta un viento INCREÍBLEMENTE frío
- Y se congela el agua del río
Ese mismo día proclaman a la Inmaculada Concepción como Patrona de los Tercios de Flandes e Italia.
Desde entonces, el 8 de diciembre no solo se celebra un dogma de fe, sino también la idea de que la protección divina puede llegar donde los humanos ya no llegan.
Recapitulemos:
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7–8 de diciembre de 1585 → los Tercios están rodeados e inundados.
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Encuentran una tabla con la Inmaculada.
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Se congela el río de repente.
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Pueden avanzar sobre el hielo y ganan.
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La Inmaculada se convierte en su patrona.
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| El milagro de Empel, por Augusto Ferrer-Dalmau . |
¿Qué nos enseña la historia de Empel?
1. Nunca hay que perder la esperanza
Aunque la situación parezca imposible, siempre puede aparecer una salida.
2. Dios y la Virgen acompañan también en los peores momentos
A veces la ayuda llega cuando menos lo esperamos.
3. Cuando todo parece perdido… pueden pasar cosas increíbles
Empel es un ejemplo de que la fe, el valor y la confianza pueden cambiarlo todo.
1. La patrona de España
2. La patrona de la Hispanidad
3. Patrona de la Guardia Civil
4. Patrón de España
Pues vamos a viajar un momento con la imaginación:
- Empel está en el sur de Holanda
- Es la única provincia de mayoría católica en un país mayoritariamente protestante.
A pocos kilómetros de esa ciudad está Empel, una zona moderna y residencial situada junto al río Mosa (o Maas en flamenco).
Justo al lado está Oud-Empel, que significa “Viejo Empel”, el lugar histórico donde se sitúan los recuerdos del Milagro.
La capilla de Oud-EmpelEn Oud-Empel hay un pequeño cementerio y, junto a él, una capilla muy sencilla. Parece parte del camposanto, pero en realidad son espacios distintos.
La capilla tiene su propia historia:
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Fue dañada por un bombardeo en la Segunda Guerra Mundial.
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Se reconstruyó en el año 2000.
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Dentro podemos ver una imagen de la Inmaculada Concepción, además de placas y banderines españoles que distintos grupos han ido dejando en sus visitas.
Es un lugar pequeño, pero lleno de memoria.
La nueva parroquia de la Inmaculada en EmpelEmpel ha crecido mucho en los últimos años y tiene ahora una parroquia moderna dedicada a la Inmaculada Concepción.
Allí, gracias a un grupo de fieles organizados por el padre Mark, se sigue celebrando cada 8 de diciembre el recuerdo del Milagro de Empel.
Dentro de la parroquia puedes ver:
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Un tríptico que cuenta visualmente lo que ocurrió en 1585.
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Una imagen de la Inmaculada.
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Una réplica del cuadro de Ferrer-Dalmau sobre el Milagro.
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Varias placas conmemorativas.
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Una imagen de la Virgen de Guadalupe, donada por un mexicano que vive allí.
Cuando llegan grupos españoles, el altar se adorna con:
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una bandera de España,
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y un casco antiguo parecido a los que llevaban los soldados de los Tercios.
Es una manera de unir pasado y presente, fe e historia, España y los Países Bajos.
¿Por qué es tan especial Empel?Porque es un lugar donde:
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la memoria del Milagro sigue viva,
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la devoción a la Inmaculada se conserva,
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y se recuerdan los lazos históricos entre España y Holanda.
Un sitio pequeño…pero con una historia gigante.
