30 septiembre, 2025

Esquelas

¿Qué es una esquela?

Una esquela es un anuncio breve que informa sobre la muerte de una persona.

Normalmente aparece en los periódicos, en tablones de iglesias, o se reparte en funerales.

Sirve para que la gente se entere del fallecimiento y, a veces, para invitar al funeral o pedir una oración por el difunto

¿Qué suele contener una esquela?

  • El nombre del fallecido

  • La fecha de la muerte

  • A veces, su edad o una frase como “descansó en paz”

  • Un mensaje breve sobre su vida o carácter

  • Una petición de oración o misa

  • En algunos casos: datos del funeral o el entierro

  • A veces incluye una cruz  o una cita bíblica

En lugar de que alguien más hable de ti cuando mueras, vas a escribir tu propia esquela, como si tú tuvieras la última palabra.

Tu misión:

Vas a escribir tu propia esquela, como si fueras un personaje famoso... tú mismo.
La idea es que imagines que has muerto (¡con estilo!), y el mundo ahora debe saber quién fuiste, qué hiciste (aunque no lo hayas hecho aún), y por qué fuiste inolvidable.

Pero esta no es una esquela cualquiera. Es tu última oportunidad de brillar, de ser un poco dramático, un poco exagerado... y 100% auténtico.

¿Qué debe incluir tu esquela?

  • Tu nombre completo (o artístico si prefieres).

  • Fecha ficticia de nacimiento y de muerte (usa tu imaginación).

  • Un resumen corto de tu vida: ¿Qué lograste? ¿Qué te hacía especial? ¿De qué te sientes orgulloso/a?

  • Algún momento gracioso, épico o insólito (¡invéntatelo si quieres!).

  • Una frase final que sea legendaria, emotiva... o simplemente divertida.

  • Puedes añadir: epitafio, frase célebre, cita bíblica, meme convertido en epitafio...

 Requisitos técnicos:

  • Mínimo 120 palabras / Máximo 200.

  • Escrita en tercera persona (como una esquela real).

  • Puede tener un toque de humor, ironía o sarcasmo... siempre con respeto.

  • ¡Sé creativo/a! Esta es tu última aparición pública.

 Ejemplo:

ESQUELA

Aquí yace Bárbara, la de Braganza “La eterna comilona”,
nacida un lunes cualquiera de 1711 y fallecida este pasado viernes tras comerse 14 donuts en el recreo.

Será recordada por su risa contagiosa, su capacidad para olvidar los deberes y por decir siempre lo que pensaba (aunque no siempre debía).

En vida fue amiga fiel, hija genial, estudiante regular y persona excepcional.

Su última voluntad fue que nadie llorara por ella, sino que pusieran su playlist en su funeral y bailaran como si no hubiera mañana.

“Viví rápido, comí mucho, y dejé las tareas para otro”

Se ruega una oración... o un bocata de jamón en su honor.

Mateo 5,14: “Vosotros sois la luz del mundo”.