21 septiembre, 2023

Las cinco vías tomísticas


Las Cinco Vías tomistas nos permiten advertir una serie de conceptos acerca de Dios que han tenido  importancia en la historia de la filosofía; Dios se entiende en ellas como

  • Primer Motor, principio y causa de todo movimiento
  • Ser Creador.
  • Ser Necesario.
  • Ser Perfecto.
  • Inteligencia Ordenadora.

Estas ideas eran previas a Santo Tomás, que las recogió sobre todo de la metafísica de Aristóteles, pero él tuvo la intuición de aplicarlas a la teología cristiana, y por ahí han llegado a nuestros días. Vamos a explicarlas con detalle.

Movimiento y primer motor.
El problema del cambio y del movimiento ya había intrigado a los griegos. La polémica entre Parménides y Heráclito se había planteado en términos categóricos. O el movimiento es una ilusión, como defendían los parmenídeos, o todo cambia constantemente y nada permanece, como parecían pensar los heracliteos.

Platón había terciado en esta discusión dividiendo la realidad en dos.  Hay un mundo donde las cosas cambian, el mundo sensible, y otro mundo, el de las Ideas, donde todo es eterno e inmutable.

Las Cinco Vías tomistas nos permiten advertir una serie de conceptos acerca de Dios que han tenido  importancia en la historia de la filosofía; Dios se entiende en ellas como

Primer Motor, principio y causa de todo movimiento
Ser Creador.
Ser Necesario.
Ser Perfecto.
Inteligencia Ordenadora.
Estas ideas eran previas a Santo Tomás, que las recogió sobre todo de la metafísica de Aristóteles, pero él tuvo la intuición de aplicarlas a la teología cristiana, y por ahí han llegado a nuestros dias. Vamos a explicarlas con detalle.

Movimiento y primer motor.
El problema del cambio y del movimiento ya había intrigado a los griegos. La polémica entre Parménides y Heráclito se había planteado en términos categóricos. O el movimiento es una ilusión, como defendían los parmenídeos, o todo cambia constantemente y nada permanece, como parecían pensar los heracliteos.

Platón había terciado en esta discusión dividiendo la realidad en dos.  Hay un mundo donde las cosas cambian, el mundo sensible, y otro mundo, el de las Ideas, donde todo es eterno e inmutable.

La solución que propuso Aristóteles fue diferente; para él la división no era entre dos mundos, sino intrínseca a cada cosa de la realidad, pues concibe a los entes del mundo como compuestos de materia y forma. Esta división enlaza con otra, la de acto y potencia, pues la forma es lo que la cosa es actualmente, en tanto la materia, como algo indeterminado, es pura potencialidad. Aristóteles enseña que hay que distinguir entre lo que las cosas son actualmente y lo que son en potencia.  Para él , el movimiento se explica como el paso de la potencia al acto.

Para que pueda producirse el movimiento es necesario otro principio, el de causalidad, que básicamente dice como sigue; todo lo que se mueve es movido por algo. Que esto es un principio significa, en lógica aristotélica, que es una verdad evidente de nuestro pensamiento, y en la metafísica aristotélica, que es la naturaleza de la realidad; todo lo que se mueve tiene una causa anterior a ese movimiento.

El problema es que si no queremos remontarnos infinitamente en la serie de causas ( y a los griegos, como a Santo Tomás,  la idea de una regresión al infinito les repelía profundamente) debe haber un primer Motor que no sea movido por otra cosa. A esto Aristóteles lo llamó Motor Inmóvil. Es el motor porque mueve todo, es inmóvil porque nada le mueve a él. En los términos de la metafísica aristotélica, este motor inmóvil es acto puro, sin nada de potencialidad.

La noción del motor inmóvil, si se piensa, es extraña, puesto que ¿como puede existir algo que mueve sin moverse? Aristóteles trató de resolver esta paradoja con la idea de que el motor inmóvil no mueve nada por si, son las cosas las que se mueven hacia él. Él se limita a ser. (En cierto modo, el Motor Inmóvil  es una especie de atractor).

Aristóteles no dio ningún contenido religioso a esta idea, pero Santo Tomás identifica el Motor Inmóvil con Dios. Para él que el motor inmóvil es acto puro significa que es perfecto y omnipotente.  Procediendo a esta identificación Santo Tomás abría nuevos problemas a la teología cristiana, puesto que para Aristóteles el Motor Inmóvil es un ideal al que se mueven las cosas, absolutamente indiferente en su perfección, y esto casa mal con la idea cristiana de Dios, que se presenta en el cristianismo como un padre providente que interviene en el mundo.


Causa eficiente primera.
En su teoría de las cuatro causas  Aristóteles definía la causa eficiente como el agente autor de un efecto. Es la respuesta a la cuestión de quien es el responsable del cambio. Esto significa que el universo es una cadena causal donde cada efecto tiene una causa, y esa causa es a su vez efecto de una causa anterior. Al igual que hace en la Primera Via, Santo Tomás defiende que esta regresión causal no puede ser infinita. Por tanto, debe haber una primera causa incausada y a eso le llama Dios. Esto no es mas que la conocida idea de que todas las criaturas del universo tienen que tener un creador.

Ser necesario

También es aristotélica la idea de la distinción entre seres contingentes y ser necesario que Tomás de Aquino expone en la tercera Via. Contingentes son todos los seres que pueden ser o no ser. La razón de ser de los seres contingentes no está en ellos mismos, sino en otra cosa que les trae a la existencia. Esta claro que en el universo hay infinidad de seres contingentes, la prueba es que continuamente aparecen y desaparecen cosas en la existencia. Ahora bien, ¿hay algo necesario o todo es contingente? Si la segunda opción fuera la correcta y todo en el universo fuera contingente, entonces tenemos que suponer un momento en el que tal universo no existiese, y solo se diese la nada. Puesto que de la nada es absurdo que se cree algo, Tomás de Aquino concluye que no puede ser que todo sea contingente. Debe haber un ser necesario.


Como en el argumento anterior, Aquino intenta evitar una regresión infinita de agentes hechos por otros agentes. (Esto es, por ejemplo,  lo que pensaban los seguidores de Averroes, que defendían que el mundo es eterno). Es necesario que haya una causa eficiente que no tenga causa ella misma, sino que sea absolutamente necesaria. Y a eso Santo Tomás lo llama Dios. Dios es la primera causa de todo, que por su parte es incausada.

Un resumen de estos argumento podría ser como sigue; si todo lo que hay en el universo es creado, debe haber un creador. Expuesto de esta forma, el argumento revela un carácter circular que le ha hecho sospechoso a ojos de muchos comentaristas a lo largo de la historia de la filosofía.  En segundo lugar, es discutible la identificación de la idea del ser necesario, que no es mas que una idea metáfisica, y como tal bastante indeterminada,  con el Dios del Cristianismo, que tiene un contenido religioso muy concreto.

Ser perfectísimo

La idea de Dios como un ser perfectísimo aparece en la cuarta via. Santo Tomás defiende que tenemos una jerarquía de valores en las cosas, de modo que las consideramos mas o menos verdaderas, mas o menos buenas, mas o menos bellas etc.  Esta graduación de las cosas se hace por comparación a un grado máximo que es absoluto. Es necesario, por tanto, que exista lo absolutamente verdadero, bueno, etc. Y a eso lo llamamos Dios.

Por otra parte, en la cuarta via también expone que esta graduación de valores es asimismo una gradación causal. Las cosas calientes son calientes por causa de algo mas caliente todavía, y del mismo modo, la verdad tiene como causa una verdad mas verdadera. Santo Tomás expone que este proceso nos obliga a concebir una Belleza Absoluta, una Verdad Absoluta, etc.  a la vez causa y referencia de todo lo bello y verdadero. Y a eso le llama Dios.

En este concepto parece que Tomás de Aquino se inspira en las Ideas de Platón, entendidas como seres perfectos, que funcionaban de modo muy parecido, en especial la idea de Bien.

Inteligencia creadora

La quinta via expone la idea de Inteligencia Creadora. Santo Tomás toma de la filosofía aristotélica la idea de que los seres naturales obran según un telos, una finalidad que les es propia. Dado que muchos de estos seres no tienen inteligencia debe seguirse que hay alguna inteligencia que los maneja. A esta inteligencia que ordena todo el mundo Santo Tomás la llama Dios.

Esta idea de que Dios es la inteligencia que maneja el orden del mundo tiene una versión moderna en los defensores del Diseño Inteligente, que atacan la teoría de la evolución, que según ellos no puede explicar la extrema complejidad de la naturaleza.




Tienes hasta el final del primer trimestre para pensar y escribir la respuesta a esta pregunta de manera razonada… 

¿Existe Dios?