La Navidad ha
servido de inspiración y marco para muchas historias, algunas
mejores, otras peores, algunas más tópicas, otras más originales,
algunas conmovedoras, otras divertidas... Aunque mi relato navideño favorito es muy corto, muy sencillo y os lo pondré al final de este post.
Porque prefiero empezar
hablando de una de las hsitorias navideñas más famosa (quizás la más
famosa), y constantemente adaptada al cine y la televisión: el Cuento de navidad del autor realista inglés Charles Dickens,
en el que los espíritus de las navidades pasadas, presentes y futuras
se le van apareciendo al huraño y egoísta señor Scrooge, que lleva una
vida solitaria, preocupado solo por los negocios y el trabajo. Esos
espíritus le demostrarán la verdadera importancia de las relaciones
humanas y los sentimientos, y lograrán cambiar su actitud. Como digo, ha
sido infinitamente adaptado a cine, televisión, dibujos animados...
Hasta los teleñecos hicieron una versión divertidísima:
Y aquí os dejo el tráiler de una adaptación bastante reciente hecha por Disney:
Pero un poco antes, en el XIX, y
arropados por ese interés de los románticos por la cultura popular de
cada región, algunos escritores (como hizo Bécquer con las Leyendas ) se dedicaron a recoger y reelaborar cuentos populares, muchos de ellos infantiles. Y algunos, claro, tenían que ver con la Navidad, como La vendedora de fósforos, del danés Hans Christian Andersen (autor de otros cuentos muy famosos, como El patito feo, La sirenita o El Soldadito de Plomo). Os dejo una versión muy cortita:
Otro relato navideño (y maravilloso) de Andersen es La reina de las nieves:
Inspirándose en él, la escritora española Carmen Martín Gaite escribió una novela del mismo título que también os recomiendo (no sé si conocéis Caperucita en Manhattan,
otro libro de esta autora, inspirado también en el famosísimo cuento
infantil Caperucita roja... como veis, los cuentos infantiles dan para
mucho más de lo que pueda parecer a primera vista).
Ya a finales del XIX, el genial irlandés Oscar Wilde
(uno de mis escritores perferidos), también se dedicó a escribir
cuentos que, aunque por fuera pueden parecer "infantiles", por dentro
hablan de cosas que ni jóvenes ni adultos deberíamos olvidar nunca. Un
ejemplo es El gigante egoísta, cuento navideño no tanto
por la ambientación como por uno de sus personajes. Aquí lo tenéis en
versión "cuentacuentos...", pero si os apetece también podéis leerlo
(por ejemplo, aquí), porque es muy corto pero muy emotivo
(Y de paso, aprovecho para recomendaros que no os perdáis otros cuentos de Wilde, como por ejemplo, El ruiseñor y la rosa, donde
da su visión sobre esa confrontación entre románticos y prácticos que,
como estamos viendo domina la literatura y la mentalidad del siglo
XIX... y tal vez de todas las épocas)
Y en España, sin salir del XIX,y ya que estamos con el Naturalismo, Vicente Blasco Ibáñez
escribió un pequeño relato navideño (con moraleja, como casi todos los
que se escriben sobre la Navidad... ¿por qué será?) titulado "El premio gordo",
a cuyo protagonista, Jacinto, le cambia la vida cuando le toca la
lotería, aunque no todas las consecuencias serán las que él pensaba:
asciende socialmente, se casa con una hermosa mujer, triunfa en su
profesión, pero pronto descubrirá que todo es falso y hueco, y al
descubrir que su mujer es infiel ,muere en un duelo... y despierta,
porque todo es una ensoñación que le hará descubrir los peligros de una
felicidad basada sólo en la fortuna material.
Películas navideñas hay
muchas (y solo tendréis que sentaros frente a la tele en los días de
vacaciones que nos esperan para comprobarlo), pero al margen de papás
noeles, paisajes nevados, cenas familiares con sorpresa y enredo, y
otros tópicos repetidos, sí me gustaría destacaros (y recomendaros) un
par de ellas.
La primera es uno de los grandes
clásicos de todos los tiempos, de emisión obligada en casi todos los
países durante estas fechas: Qué bello es vivir, de 1946,
dirigida por Frank Capra y protagonizada por James Stwart: la historia
de una vida marcada por las dificultades y la dureza desde la infancia,
con ángeles de la guarda que bajan a la tierra para evitar su suicidio
por el medio... Una historia tierna y conmovedora, que nos habla también
de lo verdaderamente importante (y de la importancia de aquellas
personas que a primera vista pudieran no parecerlo), y que, como os
digo, sigue viéndose año tras años (ya veréis como la ponen en la
tele...). Os dejo el principio. Pero si se cruza con vosotros, dadle una
oportunidad:
La otra es una fantasía de animación maravillosa, como casi todas en las que interviene el director Tim Burton: Pesadilla antes de Navidad
Pero mi historia "navideña" preferida está escrita por el uruguayo Eduardo Galeano, que la incluye en un libro de relatos cortos, El libro de los abrazos,
y que demuestra que en unas pocas líneas se puede captar toda la
intensidad de una historia... Y en esto, Eduardo Galeano es un verdadero
maestro, que conseguirá sobrecogerte el corazón con sólo un par de
párrafos.
Porque este es un relato en el
que también hay un niño (la Navidad está siempre especialmente ligada a
la infancia... por algo en ella se celebra eso, el nacimiento de un
niño, tal vez el nacimiento de todos los niños) y que a mí me encoge
siempre el corazón. Se titula "Nochebuena":
Fernando Silva dirige el hospital de niños en Managua.
En
vísperas de Navidad, se quedó trabajando hasta muy tarde. Ya estaban
sonando los cohetes, y empezaban los fuegos artificiales a iluminar el
cielo, cuando Fernando decidió marcharse. En su casa lo esperaban para
festejar.
Hizo
una última recorrida por las salas, viendo si todo queda en orden, y en
eso estaba cuando sintió que unos pasos lo seguían. Unos pasos de
algodón; se volvió y descubrió que uno de los enfermitos le andaba
atrás. En la penumbra lo reconoció. Era un niño que estaba solo.
Fernando reconoció su cara ya marcada por la muerte y esos ojos que
pedían disculpas o quizá pedían permiso.
Fernando se acercó y el niño lo rozó con la mano:
-Decile a... -susurró el niño- Decile a alguien, que yo estoy aquí.
¿Y
tú? ¿Recuerdas especialmente algún cuento, algún libro o alguna
película navideña, ya sea por buena o ya sea por mala? ¿Y tienes alguna
preferida? Háblame de ella....